Legisladores del FPV-PJ denuncian falta de prevención y una
asistencia oficial insuficiente en los incendios de campos en el Sur de Mendoza
La real dimensión de
la catástrofe que padecen los productores ganaderos del Sur de Mendoza
afectados por los incendios de campos desatados el 29 de diciembre fue relevada
el jueves en el terreno por parte de la diputada provincial sanrafaelina
Patricia Galván, las senadoras provinciales Fernanda Lacoste y Andrea Blandini
(electa), el concejal rivadaviense electo Juan Garrido y el exdirector de
Recursos Naturales Renovables de la Provincia Daniel Gómez, asesor legislativo
del diputado nacional Guillermo Carmona, representante mendocino en el Congreso
nacional por parte del FPV-PJ.
Recorrer a pie la
zona devastada de Monte Comán y dialogar ahà tanto con pobladores damnificados
como con brigadistas y el coordinador del Plan Provincial de Manejo del Fuego,
Guillermo Ferraris, le permitió a la comitiva conocer de primera mano la
angustiante situación que están viviendo quienes continúan esperando respuestas
oficiales acordes con el impacto recibido, el cual supera ampliamente el
aspecto económico. Los legisladores destacaron el compromiso con la denuncia
del agravamiento de los incendios y las iniciativas para conseguir apoyos para
enfrentar la situación crÃtica de parte de la concejala alvearense Myrna
Osorio.
Frente al alarmante
panorama reflejado en ese relevamiento, asumieron el compromiso de presentar
pedidos de informes –tanto en la Legislatura como en el Congreso– dirigidos a
las autoridades provinciales y nacionales, y proyectos de ley destinados a
obtener sin más dilaciones la ayuda con la cual deben contar los afectados en
las más de 200.000 hectáreas involucradas.
Se
pusieron a disposición
Al respecto, la
diputada Galván señaló: “Ante el cruce de información errónea, nos acercamos a
la zona de los incendios y el puesto de mando de los brigadistas, quienes están
dando una lucha denodada, y nos pusimos a disposición para colaborar en todo lo
que atañe desde nuestra labor legislativa. El trabajo que están haciendo tanto
los brigadistas como los bomberos, el personal de apoyo y la comunidad en
general realmente es digno de felicitación. Es muy duro combatir el fuego con
40°C de temperatura, contra el viento arremolinado que cambia de frente.
Además, las condiciones generales del clima no son para nada favorablesâ€.
Luego resaltó:
“También hay un grupo de personas que atiende el refugio en donde se alojan los
brigadistas y elaboran las raciones alimentarias, otra tarea digna de destacar.
Hay que estar orgullosos de esta gente, que con tan buena predisposición y
ánimo está defendiendo no solo sus propiedades, sino también las de sus vecinos
y el resto de la poblaciónâ€.
Pastos
y forrajes, elementos sumamente necesarios
Por su parte, la
senadora Lacoste afirmó que, entre otras de las necesidades relevadas, “es
prioritario que los productores reciban pastos y forrajes para garantizar la
subsistencia del ganado. Debido a la indiferencia a la que se enfrentan, hasta
el jueves no habÃan recibido esos elementos indispensables, mientras que la
falta de asistencia es negada desde los ámbitos oficiales. Que a un dirigente
empresarial no le haga falta esa ayuda porque tiene espaldas como para soportar
esos embates no significa que los medianos y pequeños productores no la
necesiten o la desestimenâ€.
Posteriormente
reafirmó: “Vamos a seguir trabajando en la pronta solución del problema de
manera estructural, ya que esto no se resuelve con el reconocimiento de una
situación de emergencia pasajera por parte del Gobierno. Porque estamos
hablando, por citar un caso, de que faltaron implementar acciones prevención
con los productores para eliminar o disminuir los riesgos de incendios. De
hecho, las llamas no se propagaron más porque fueron circunscriptas con el
trabajo de los mismos brigadistas del Plan Provincial de Manejo del Fuego junto
a vecinos, bomberos, personal de Vialidad y demás colaboradores, quienes no
daban abastoâ€.
Hay
que sumar brigadistas y presupuesto
A su vez, la
senadora electa Blandini subrayó: “Pudimos evaluar la situación de la logÃstica
y las necesidades que tienen en el Sur provincial, y vimos cosas que son
fundamentales de resolver. Una es que hace falta más recurso humano, el cual
debe ir acompañado con un mayor presupuestoâ€.
Y aseveró a
continuación: “Quedó en discusión la idea de cuánto dinero se está invirtiendo
para estas situaciones que se dan mayormente en el verano, cuánto dinero hay de
reserva y si se está utilizando, cuáles serÃan las proyecciones a mediano y
largo plazos para recuperar las tierras quemadas y ayudar a los medianos y
pequeños productores, y cómo se protege aún más la reserva de Ñacuñán. Todas
estas son incógnitas sobre las cuales el secretario de Ambiente y Ordenamiento
Territorial de la Provincia, Humberto Mingorance, no da explicaciones. Y van
más allá del incendio en sà mismoâ€.
Eliminación
de flora y fauna autóctonas
Mientras, desde su
experiencia como el exdirector de Recursos Naturales Renovables, Gómez aseguró
que la situación ha derivado en “secuelas gravÃsimas que han degradado las
condiciones ambientales de las áreas afectadas, ya que han provocado la
eliminación de la flora y la fauna autóctonas, lo que ha dañado profundamente
la rica biodiversidad que allà existÃaâ€. Esto, en el marco de algunos focos de
incendio de menor envergadura que habÃa cerca de Monte Comán y de las guardias
de cenizas que continúan haciendo los brigadistas en otros sectores para que
los siniestros no se reaviven.
Los legisladores
también denunciaron que el Gobierno de la Provincia subestimó inicialmente la
situación, lo que agravó la envergadura de los incendios y exigió mayores
esfuerzos de parte del personal afectado. Reclamaron que el Gobierno provincial
pareció reaccionar recién cuando se confirmó la visita del mandatario Mauricio
Macri al Sur provincial.
Carmona:
“Tenemos un presidente que sobrevuela los problemasâ€
En este sentido, el
diputado nacional Carmona sostuvo: “Tenemos un presidente que sobrevuela los
problemas. Nunca se pone al frente para resolverlos y menos junto con quienes
los padecen. Un rasgo común que comparte con su socio mendocino, el gobernador
Alfredo Cornejoâ€.
Muy interiorizado
sobre el tema, ya que fue secretario de Medio Ambiente de la Provincia entre
diciembre del 2007 y abril del 2011, además de haber integrado el Consejo
Federal de Medio Ambiente (Cofema) en representación de Mendoza, Carmona
recalcó que Cornejo “desestima los esfuerzos hechos para adquirir el
equipamiento necesario durante gobiernos provinciales anteriores, incluidos los
de su mismo grupo polÃtico, ya que habla como si el sostenimiento del programa
para combatir los incendios hubiera empezado recién con su gestiónâ€.
AsÃ, recordó que la
implementación efectiva del Plan Provincial de Manejo del Fuego fue
desarrollada a partir del año 2001, al igual que la ejecución de obras de
prevención complementarias como las picadas cortafuego destinadas a frenar el
eventual avance de las llamas y circunscribirlas a un cierto sector hasta ser
extinguidas.
Carmona advirtió
además que el Poder Ejecutivo provincial no les ha destinado a los dueños de
campos los recursos económicos dispuestos para Mendoza por la ley nacional de
bosques nativos, un instrumento fundamental para la prevención y la protección
de la vegetación autóctona de nuestra provincia.
Falta
ayuda oficial para la recuperación
La recorrida de los
legisladores locales en Monte Comán –además de la realizada en la reserva
protegida de Ñacuñán, en Santa Rosa, que igualmente está bajo el riesgo latente
de las llamas– también permitió hacer la evaluación concreta de otras
necesidades fundamentales que no han sido atendidas oficialmente y a la vez,
comprobar que hay campos en las mismas condiciones de riesgo de eventuales
incendios en una franja Rivadavia, Santa Rosa y La Paz. En este aspecto, la
legisladora sanrafaelina Galván y el concejal rivadaviense Garrido comparten
esa preocupación, y por eso visitaron las zonas afectadas o pasibles de ser
damnificadas.
Otra de las
inconsistencias fue develada cuando los productores entrevistados indicaron que
no cuentan con ayuda ni proyecciones a mediano y largo plazos que les
posibiliten recuperar sus tierras desoladas. El panorama es crÃtico porque
estiman que la recuperación de los campos para la producción ganadera llevará
entre cuatro y diez años.
Este preocupante
derrotero de los productores afectados, en quienes predomina la angustia ante
las pérdidas totales y el incierto futuro que enfrentan, se ve agravado debido
a la falta de explicaciones por parte del secretario de Ambiente y Ordenamiento
Territorial de la Provincia, Humberto Mingorance, quien resultó cuestionado por
los mismos damnificados que reclaman por la falta de prevención oficial y
requieren soluciones urgentes para no caer en bancarrota.
Panorama
muy desalentador
En el contexto
general, las manifestaciones de los trabajadores del campo permitieron
establecer que están atravesando una realidad muy sombrÃa y sin recibir las
respuestas que corresponden frente a generalizadas pérdidas totales de sus
animales y producciones.
Es tan grave la
problemática que avizoran que –incluso transcurriendo un año de buena carga de
lluvias– recién para 2019 volverán a contar con pasto, aunque esta situación
tampoco les posibilitará comenzar a recuperarse inmediatamente. Esto, porque
tampoco podrán soltar animales en sus campos el año próximo ya que deben dejar
que el pasto complete su ciclo de crecimiento sin ser consumido.
Con estas
perspectivas señalaron que, aunque los pronósticos fueran alentadores,
igualmente tendrán que esperar dos años para poder hacer pastar solo unos pocos
animales en los campos, en cantidades muy menores a la normal.
Simultáneamente,
quienes perdieron vacas se quedaron sin las posibilidades de hacer carneos y
deben salir a comprar terneras, que tardan dos años en transformarse en
vaquillonas, momento en el que solo entonces pueden cruzarlas con los toros.
Si a esto se suma
que aquellas tardan nueve meses en gestar y se deben esperar seis meses más a
partir de los alumbramientos para poder vender los terneros y seguir
produciendo crÃas, se desprende que los productores necesitan como mÃnimo tres
años y medio o cuatro para volver a producir. Todo esto, siempre y cuando
cuenten con el dinero necesario para encarar todo el ciclo, algo que el
deterioro de la economÃa no les permite.
Incluso, hasta que
empiecen a recuperarse lentamente, la mayorÃa de los damnificados necesitan
pasto para alimentar a los animales que les quedaron, asà como tractores para
arreglar las picadas cortafuego en campos totalmente devastados.
Esta calamidad es
bastante sufrida especialmente por los productores chicos, que labran de 1.500
a 3.500 hectáreas, quienes asimismo deben realambrar sus campos sin contar con
los recursos indispensables. Generalmente, estos trabajadores –al no poseer
otros ingresos alternativos como sà tienen los grandes productores– viven del
alquiler de sus campos y, siempre que puedan, conservan sus vacas y chivos.
Por eso, muchos de
ellos están desahuciados al no poseer los recursos económicos que les
garanticen recuperarse, porque ni siquiera pueden hacer pastar sus animales
sobrevivientes en otros campos ya que –como si fuera poco– tendrÃan que pagar
un alquiler.