Con una organización impecable por parte de la Secretaría que dirige R. Forster, el encuentro asume las temáticas centrales de la época: protagonismo de la mujer, federalismo, cuestión indígena, integración latinoamericana, nuevas formas del pensamiento y la acción políticas emancipatorias en Latinoamérica.

Las presencias son decisivas, entre ellas, Hebe de Bonafini, Milagro Sala, Víctor Hugo Morales, Jon Beverley, Diego Tatián. Hay dos mendocinos, Enrique Dussel y muchos invitados internacionales, de Uruguay, Bolivia, Ecuador y España, entre otros países; quien suscribe también es parte del encuentro como panelista.

Que sea un gobierno y no una universidad quien organiza un encuentro de este tipo, es una novedad producida por un gobierno nacional como el actual, en coordinación con el de la provincia de Tucumán. El resultado de las discusiones es invaluable: la organización de movimientos sociales e indígenas, la diferencia en las modalidades de proceso político entre Bolivia y nuestro país, las exigencias irrenunciables de profundizar el federalismo, las identidades regionales, los poderes mediáticos, la constitución y mantenimiento del poder popular y el sostenimiento solidario de la democracia en el subcontinente en las tareas de construcción de la patria grande, son sólo algunos de los tópicos trabajados. 

Hoy miércoles, las discusiones continúan. Un viento del Norte nacional, en días de rememoración del grito de independencia de 1816, nos acerca el valor del argumento y de la reflexión filosófica y científica, como muestra de que la política -cuando trabaja por las mayorías sociales- no está reñida con los mejores logros del pensamiento y de la búsqueda intelectual.