1 de Febrero de 2016 | Argentina - Inglaterra
Macri - Cameron: un nuevo capÃtulo en las relaciones bilaterales argentino - británicas
Opinión - Por Guillermo Carmona
Macri y Cameron anuncian un "nuevo capÃtulo en las relaciones" bilaterales argentino-británicas, ¿qué significará esto para Argentina? Mi opinión al respecto:
El primer ministro británico David Cameron ha dicho tras la reunión con el presidente argentino que "existe la posibilidad de abrir un nuevo capÃtulo" entre ambos paÃses y afirmó que "nuestra posición sigue siendo la misma, en el reciente referéndum quedó absolutamente claro que los habitantes de las islas quieren seguir siendo británicos".
El presidente Macri dijo sobre el encuentro: "Fue una muy linda reunión". Su jefe de gabinete y vocero Marcos Peña agregó: "la diferencia sobre Malvinas no será un impedimento para tener una buena relación".
De la comparación de lo comunicado por una y otra parte concluyo que la única reafirmación de soberanÃa es la que ha realizado Cameron. Si nada cambia en la posición del Reino Unido, el diálogo y negociación de la cuestión de la soberanÃa de Malvinas quedará excluida del debate.
Están reservadas para el presidente Macri las frases destinadas a recordarnos que seguimos viviendo la revolución de la alegrÃa. Festejar que "fue una muy linda reunión" poco nos dice de lo hablado y acordado. Los dichos de Peña tras la reunión y las precedentes declaraciones de la canciller Malcorra y del secretario de asuntos estratégicos de la presidencia nos dan pistas de hacia donde va el gobierno.
La canciller ha sostenido en diálogo con medios argentinos que éste "es un reclamo impostergable" porque el archipiélago es parte de la "integridad territorial" de la Argentina. Hasta aquà estamos de acuerdo. A renglón seguido subrayó que en el gobierno de Mauricio Macri intentarán que la relación bilateral con Gran Bretaña no se limite a la cuestión Malvinas: "Tenemos que enfocarnos en las cosas que tengamos en común y no en las diferencias. Aún cuando los temas (de polémica) sean significativos", enfatizó (Ãmbito Financiero, 8 de diciembre de 2015).
El problema de la posición de la canciller es genera total funcionalidad a lo que desea y conviene al gobierno británico, tal cual lo vienen expresando en los últimos años: enfocarse en temas de interés común, especialmente económicos, y desplazar de la agenda la discusión de la soberanÃa. Es que el status quo conviene al Reino Unido. Ellos son los que ocupan y usufructuan las islas y su área marÃtima adyacente.
Lo del secretario de asuntos estratégicos de la presidencia Fulvio Pompeo es aún más complicado. Durante la campaña electoral concedió una entrevista al diario británico The Telegraph en la que afirmó que "Mauricio Macri no nombrará un ministro para las Islas Malvinas si es electo presidente y trabajará para descongelar las relaciones de Argentina con Gran Bretaña". Se referÃa a la SecretarÃa de Asuntos Relativos a Malvinas que fue creada en la gestión anterior y que tuvo un papel destacado no solo en la reivindicación de soberanÃa en foros internacionales, sino también en trabajar en una efectiva acción contra la explotación de recursos naturales en el área de Malvinas y articular una acción conjunta entre el poder ejecutivo y el congreso, entre otras. Un fruto de esa articulación fue la promoción de la sanción de una ley de penalización de las actividades hidrocarburÃferas promovidas por el Reino Unido y la denuncia de las situaciones que la violaran a través de procesos judiciales iniciados ante la justicia federal.
Pompeo también dijo que "La relación con Gran Bretaña es muy importante para nosotros, y trabajaremos para crear posibles diferentes áreas para construir un diálogo entre nuestros paÃses", "Nosotros estamos hablando sobre dos paÃses que tienen mucho en común, como, por ejemplo, temas medioambientales, de innovación y cultura". La lectura del diario británico sobre sus declaraciones fue, como era de esperar, de complacencia y alta ponderación: "Un candidato a presidente promete mejorar las relaciones con Gran Bretaña sobre las Islas Malvinas". (The Telegraph, 22 de octubre de 2015)
Focalizar en otros asuntos implica sacar de foco la cuestión de soberanÃa. Lo que está fuera de foco no se ve y si se lo ve suele ser de manera difusa o distorsionada. Ese parece ser el destino de la cuestión Malvinas en la gestión macrista.
Todo indica que Macri y su gobierno recitarán que las Malvinas son argentinas y mientras tanto avanzarán en una agenda en la que la cuestión de la soberanÃa no estará más que declamativa y nominalmente o, tal vez, directamente no estará. Creo que el presidente está resignando gravemente la cuestión de la soberanÃa de Malvinas para sostener la agenda económica con el Reino Unido. Da pena el retroceso. Indigna esta concesión a cambio de eventuales y poco precisos negocios.
Nosotros le recordaremos al presidente desde el Congreso que la Constitución consagra un mandato en relación con la cuestión de la soberanÃa: "La Nación Argentina ratifica su legÃtima e imprescriptible soberanÃa sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marÃtimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanÃa, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del derecho internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino". (Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional).
Nuestros gobiernos pusieron en el centro de la escena desde el 2003 la cuestión de la soberanÃa. Promovimos una polÃtica de Estado que de manera incipiente comenzó a expresarse en tomas de posicionamiento internacional de parte del poder ejecutivo y del Congreso. Recordemos que de manera transversal y unánime el Congreso se expreso a través de la Declaración de Ushuaia como nunca antes lo habÃa hecho. El resultado fue categórico en cuanto a lograr adhesiones, incluso dentro del Reino Unido, de apoyo al diálogo entre ambos paÃses sobre la cuestión de soberanÃa. Hoy el gobierno abandona ese camino.
La reivindicación de soberanÃa sobre Malvinas requiere de la coherencia y la continuidad de una polÃtica de Estado que involucre a todos los sectores polÃticos y sociales en el objetivo de hacer realidad su ejercicio, tras largos años de usurpación por el colonialismo británico. El juicio de nuestro pueblo y de la historia caerá sobre aquellos que no comprendan que ese es el camino.