11 de Febrero de 2016 | Mendoza

Autocrítica y rol opositor del Partido Justicialista mendocino


Mi posición sobre la situación del peronismo de Mendoza. Por Guillermo Carmona

Desde hace muchos años, las decisiones del peronismo de Mendoza son tomadas por unos pocos dirigentes que expresan las posiciones de una parte del conjunto como si fueran las de todos los que formamos parte del movimiento peronista y del Partido Justicialista. Nos hemos enterado por la prensa que esos dirigentes han decidido concretar una “cumbre” de la dirigencia del Partido Justicialista en Tunuyán, sin previa consulta y acuerdo con todos los sectores.
Expresan los promotores de ese encuentro que habrá autocrítica, pero apuntan sus cañones a la derrota nacional como si en Mendoza no hubiera pasado nada durante el año pasado. 
Esos dirigentes son los que promovieron el catastrófico desdoblamiento de las elecciones provinciales y municipales, avalaron a Paco Pérez y Carlos Ciurca en una gestión que no respondió a las expectativas de los mendocinos ni de la militancia peronista, y quienes cerraron el Partido Justicialista a la militancia. Son los que impulsaron a Daniel Scioli como candidato a presidente y luego lo dejaron solo y no lo militaron durante la primera y segunda vuelta electoral, los que no han dicho una sola palabra de las políticas de ajuste aplicadas por el gobierno del presidente Macri y sobre los despidos arbitrarios, listas negras, tarifazos y falta de gestión del gobierno de Cambia Mendoza. Son los que consintieron un vergonzoso endeudamiento de la provincia más allá del ejercicio 2016, concediéndole al gobernador Cornejo un cheque en blanco que pagará el pueblo de Mendoza aún no se sabe de qué manera y por cuanto tiempo. Y si nos remontamos más atrás, son los que llegaron a sus sillones municipales o legislativos vivando a Néstor y Cristina, y que ahora se reacomodan a los supuestos “nuevos vientos del cambio”, patrocinando el retorno de los “peronistas” que jugaron para Macri, entre otros Massa, De la Sota y Rodríguez Saa. Son los dirigentes que, explícitamente o en silencio, justifican y avalan la ruptura del bloque de diputados del FPV-PJ en el Congreso Nacional, con total funcionalidad a la estrategia del macrismo de dividir para reinar.
El maniqueísmo es la práctica corriente de esos dirigentes: creen que el peronismo y el Partido Justicialista empieza y termina con ellos.
Es necesario un proceso autocrítico en el peronismo de Mendoza que identifique claramente las responsabilidades en las derrotas del 2015. Ese proceso lo comenzamos en diciembre con dirigentes de toda la provincia con los que decidimos analizar nuestros errores antes que señalar la paja en el ojo ajeno. Asumimos las responsabilidades que nos tocan, pero de ninguna manera admitiré que se hagan pasar los logros y conquistas del pueblo argentino durante los casi trece años de nuestros gobiernos, como políticas de las que tengamos que avergonzarnos.
Esa encumbrada dirigencia del justicialismo mendocino apunta para adentro del peronismo pero no fija posición respecto de las decisiones de Macri y Cornejo. Nuestra militancia y un creciente sector de la sociedad mendocina esperan que, además de la autocrítica por lo actuado en Mendoza, asumamos un claro y responsable rol de oposición, denunciando las arbitrariedades, resistiendo la cancelación de los derechos adquiridos por los sectores populares y la clase media y planteando propuestas superadoras a las que el oficialismo ha prometido y no está concretando. 
Las declaraciones de la senadora Fadel, presidenta del bloque de senadores del FPV-PJ en la legislatura provincial, son una clara muestra de lo que planteo. Ha avalado la escisión del bloque de diputados a nivel nacional, justificando la decisión del diputado Rubén Miranda. Además ha marcado una línea divisoria entre peronismo y kirchnerismo que la hace renegar de su pertenencia, durante casi trece años, a gobiernos del que fue parte, de manera casi ininterrumpida, en distintos y destacados roles. Quiero decir claramente lo que pienso al respecto: si la senadora Fadel promueve la división y justifica el maniqueísmo tiene que dar un paso al costado en su rol de presidenta de nuestro bloque de senadores. No pueden conducir en este momento los que no expresan vocación y actitud para conducir al conjunto y para sostener una política de unidad. 
Estoy convencido que la mayoría de los peronistas de Mendoza queremos que quienes desde el peronismo tuvieron las principales responsabilidades gubernamentales en la provincia y en sus municipios durante los últimos 8 años se hagan cargo de sus decisiones y de las consecuencias que tuvieron. 
Queremos que la dirigencia asuma un claro compromiso de convocar a todos los sectores para que el Justicialismo sea un partido que recobre vitalidad y fuerza transformadora. 
Queremos que las responsabilidades de conducción en el partido y en la legislatura estén en manos de compañeros y compañeras con vocación de unidad. 
Queremos que se llame a la unidad del bloque de Diputados nacionales y se lo inste al diputado Rubén Miranda a que se reintegre al bloque para dar desde allí la discusión sobre cómo encarnar el rol de oposición que el pueblo de Mendoza nos ha encomendado. 
Queremos un Partido Justicialista fuerte y renovado, que sea el pilar sobre el que se siga sosteniendo el Frente para la Victoria, un frente que ha sido y debe seguir siendo el frente que sostenga las banderas de la Soberanía Política, Independencia Económica y la Justicia Social en la República Argentina.
Guillermo Carmona
Diputado Nacional FPV - PJ
Consejero Nacional Partido Justicialista
Congresal Nacional Partido Justicialista