3 de Marzo de 2016 | Mendoza

Vino: Se impone la necesidad de una agenda en favor de los pequeños y medianos productores


Frente a la preocupante situación de los productores y los bajos precios de la uva y el vino se impone la necesidad de una agenda en favor de los pequeños y medianos productores.

En los últimos 5 años hemos visto como se ha ampliado la brecha entre los valores pagados a los productos vitivinícolas (viñateros y pequeños y medianos bodegueros) respecto del precio de góndola, en perjuicio de los productores.

Desde el sector industrial vitivinícola se aseguraba que los valores bajos respondían a factores como el sobrestock (estimado por los empresarios en 200 millones de litros), el atraso cambiario y las retenciones (del 5%). Sin embargo, la gestión nacional anterior y la actual, generaron medidas para retirar excedentes y fortalecer precios; la devaluación ya supera en los tres primeros meses el 50%; y se eliminaron las retenciones al sector; por último, se prorrogó por unos meses la exención al impuesto al champán (vigente desde el 2005). A lo anterior se suma que las contingencias climáticas del último semestre afectará la oferta en calidad y cantidad, restringiendo la disponibilidad (a igual demanda y menor producción, ¿aumentará el precio?). Todo indica que la situación de los productores no ha mejorado ni mejorará. Por el contrario, las medidas adoptadas por el gobierno nacional, de no adoptarse rápidos y concretos correctivos, profundizará el alto proceso de concentración económica y la quiebra de los pequeños productores. A esta altura está claro que la devaluación y eliminación de retenciones no derrama beneficios sobre los sectores que vienen viviendo de manera más crítica la caída de precios y condiciones de pago.

Es por esto que nos preocupan las señales enviadas esta semana desde el sector industrial hacia los productores donde se ofrecen aumentos de entre el 20% y el 30% para uvas blancas y tintas para la cosecha actual y con plazos de pago de entre 6 y 8 meses. Sostener esta situación implica cargar al productor los costos de la crisis que vive el sector vitivinícola ya que se ofrecen valores que no se condicen ni con la demanda ni con la inflación que en los últimos meses se ha acelerado (aumentando todos los costos de producción y aquellos relacionados con la cosecha); tampoco cubre los costos laborales ni las demandas salariales; además de cargar al más débil con el costo financiero de dividirle el pago en varios meses, sin conocer el precio definitivo al no existir contrato de por medio.

En el marco de la situación descripta y por todo lo antedicho, proponemos al Gobierno Nacional y Provincial, avanzar en una agenda que incluya:
a. El impulso al tratamiento en el Congreso de la Nación del Proyecto de Edulcoración de Bebidas Analcohólicas, que permitiría la diversificación a partir del incentivo fiscal a la incorporación de mostos y otros productos regionales a ese tipo de bebidas. Mi compromiso es solicitar el tratamiento en Comisiones a partir del comienzo de las sesiones ordinarias, es decir a partir del 1° de marzo próximo. Intentaremos que legisladores de distintos partidos asuman la defensa de este proyecto del que soy coautor con otros diputados del FPV de provincias vitivinícolas.

b. Promover acciones que posibiliten que el productor vitivinícola recupere la rentabilidad perdida, protegiéndolo de las posiciones dominantes y abusivas de los sectores que concentran la actividad de producción, elaboración y comercialización. Al respecto hay iniciativas en el Congreso Nacional sobre "precio mínimo del vino" y de protección de las relaciones de producción y consumo que tienden a evitar distorsiones en perjuicio de los productores primarios (actualmente al mejorar las condiciones "macro", no hay "derrame"). Estas y/u otras propuestas deben ser analizadas y debatidas priorizando a los sectores más vulnerables de la cadena.

c. Rever la medida del INV de rescindir contratos en el área de "promoción del vino" justo en el momento en que los sustitutos (cerveza) no sólo tienen valores superiores a los vinos populares, sino que también aumentan su participación de mercado, desplazando a la industria madre.

d. Propiciar que tanto el Gobierno Nacional como el Provincial convoquen a todos sectores a mesas de diálogo, como las que en otras ocasiones se ha concretado, para que todos los actores del sector vitivinícola, funcionarios, miembros del oficialismo y de la oposición podamos proponer y definir mecanismos necesarios para salir de esta difícil coyuntura.

Guillermo Carmona
Diputado Nacional por Mendoza
Bloque FPV - PJ
Patricia Galván
Diputada Provincial
Bloque FPV - PJ